Por un puñado de lana…

La política en la Ciénega

 Cuando todos teníamos la absurda idea de que los aspirantes a regidores en esta región estaban ahí por su capacidad política, por su liderazgo, por su vocación de servicio, resulta que para integrarse a estas listas basta con arrojar a la mesa un puñado de billetes.

Y eso deja a un amplio sector de la población sin la posibilidad de aspirar a un cargo de elección popular, puesto que los precios de esta vergonzosa venta son ya estratosféricos y los montos quedan fuera, incluso, de los más salvajes sueños de la población en general.

Resulta inconcebible que en municipios con presupuestos realmente cortos, los partidos políticos, a través de esta serie de coordinadores, representantes o delegados, se pongan a demandar hasta 100 mil pesos por un puesto en la lista de candidatos a regidores.

El asunto descubierto recientemente en el municipio de Vista Hermosa es sólo la punta del iceberg, casos como éste han sido señalados por varios ex aspirantes a regidores, quienes simplemente no han podido pagar lo que les han exigido.

Y es que este asunto de los dineros en las campañas electorales es entendible, hay que pagar gasolina, promotores del voto, mantas, lonas y una serie de imprevistos que encarecen de manera brutal esta casi plutocracia en que se desenvuelve el proceso electoral.

Hablando de dinero, sabido es que las tres principales fuerzas políticas de nuestro estado no han reparado en gastos en busca de llevarse el carro completo en la elección de noviembre próximo, por ello tendremos que esperar a ver el resultado que arroje el órgano fiscalizador de los gastos de campaña, no sea que nos salgan con que ningún aspirante en el estado rebasó los topes de campaña establecidos.

En lo que hace a la política en esta bendita región llena de curiosidades, ahora resulta que todos los aspirantes a gobernar los municipios de la Zona Metropolitana o conurbada de Sahuayo son unas excelentes personas, que desde hace años vienen haciendo trabajo a favor de los más desprotegidos y nunca lo hicieron con interés político, lo malo es que en ninguno de los casos este trabajo se había dado a conocer.

Y mientras el ciudadano está defendiendo a capa y espada su postura política, incluso rompiendo lazos familiares, las cúpulas partidistas locales insisten en esta denigrante actitud de hacer amarres, alianzas y componendas entre los grupos políticos de los municipios que se amparan bajo los angelicales conceptos de asociaciones civiles, frentes cívicos y nombres similares, lo que hace de la política un vulgar asunto de compra y venta de conciencias.

Pero no sólo eso, la política regional se ha tornado un asunto de valores entendidos: el político juega a que engaña al pueblo y el pueblo juega a que le cree, bajo este esquema nuestros paladines de la democracia han logrado que el votante ponga en tela de juicio la vigencia del sistema político, un sistema donde gobierna el que más dinero tiene o el que más dinero ofrece, un sistema donde los funcionarios no son elegidos con base a su capacidad, sino en consideración a lo que aportaron a la campaña en lo económico y en cuanto al tamaño de su rebaño, lo que nos trae como consecuencia administraciones municipales inoperantes e incapaces, generamos a través del estado actual de nuestro sistema político pequeños monarcas que gobiernan al margen de la normatividad vigente y cuyas obras, proyectos y decisiones están hechas más por motivos personales que por intereses generales.

Se gobierna en estos municipios más en función de acuerdos que de reglamentos, más en función de intereses de grupos que de ciudadanía.

Finalmente y al ser el tema central de esta entrega el dinero en las campañas, de acuerdo a las encuestas que pagan cada uno de los aspirantes a los puestos de elección popular, bien podríamos ahorrarnos el gasto de la jornada electoral del 13 de noviembre y que de una vez el Instituto Electoral entregue las constancias de mayoría a los que presenten primero el resultado de su encuesta.

José Luis Ceja Guerra | Ciénega