La política en la Ciénega
Lo decíamos: Las asociaciones civiles tienen como principal objetivo ser
el brazo “ciudadano” de los partidos políticos y obtener así beneficios
particulares sin importar que para ello se sacrifique el estado de derecho.
Son comunes en la Ciénega de Chapala las historias de asociaciones
civiles, frentes ciudadanos, cívicos y consejos municipales que han logrado
gestionar recursos públicos para beneficios particulares a través de
hospitales, fábricas y un sinnúmero de proyectos que acaban luego en manos de
unas cuantas personas.
Sin embargo hay casos en los que de plano se ha perdido la decencia, y
es que en el afán de presumir una representatividad que no tienen en realidad,
tanto la asociación civil Mujeres Unidas por Jiquilpan, de Teresa Munguía, como
el Consejo Ciudadano AC, de Jesús Valencia, activos políticos del PRI y el PAN,
respectivamente, se han constituido en una suerte de asesores del gobierno
jiquilpense o de “promotores” de empresas constructoras.
Me explico: Resulta que luego de que se diera a conocer que sí hay
dinero para continuar con los trabajos de rehabilitación del centro de la
ciudad, las agrupaciones citadas se reunieron a puerta cerrada con el edil Francisco
Álvarez para sugerirle que sin mayor trámite adjudicara los trabajos a alguien
que, se presume, es sobrino del ex gobernador michoacano Cuauhtémoc Cárdenas.
Habrá que esperar entonces a que inicien los trabajos y que en caso de
que el constructor recomendado se quede con la obra, el gobierno local pueda
demostrar claramente y sin asomo de dudas que la obra se licitó conforme a lo
establecido, so pena de perder la credibilidad y el respeto de la ciudadanía.
Los que deben estar preocupados en el tema de la elección federal en el
Distrito de Jiquilpan son los candidatos del PRI, PAN y PRD, ya que al darse en
las mismas fechas las elecciones federales, estatales y municipales en Jalisco,
los políticos michoacanos se están quedando sin tropa.
Lo anterior debido a que una gran cantidad de operadores políticos de la
Ciénega de Michoacán han decidido buscar mejores horizontes en la lucha
electoral jalisciense, y cada partido con un rumbo definido debido a sus
afinidades ideológicas; de tal suerte que la tropa panista sahuayense se va a
la región de Tizapán donde gobierna Acción Nacional, en tanto que priístas y
perredistas jiquilpenses apuntan a las regiones de Valle de Juárez y Quitupan,
pero, es justo decirlo, van a apoyar sólo en las elecciones municipales donde,
de ganar, hay más espacio para cobrar favores.
Se dice que en Michoacán las elecciones legislativas son frías, y es que
el ganador prácticamente no tiene nada qué repartir, ni un presupuesto para
pagar favores. Ante este panorama es que la gente que vive de los procesos y
los resultados electorales ha iniciado ya el éxodo.
Y como en las elecciones la cuestión es más de moda que de fondo, los
aspirantes a la curul del IV Distrito Electoral de Jiquilpan han manifestado su
disposición al debate; lo malo es que acá no hay alguien que quiera acceder a
los requerimientos de cada uno de los aspirantes para tomar a cuestas la
organización de este evento, ya que, además, las instituciones educativas u
organismos empresariales que podrían hacerlo se encuentran inmersos en sus
propios problemas.
A quien de plano no le importa si hay debate o no, si las propuestas
legislativas son válidas, creíbles o coherentes o no, es al mismo pueblo, al
que simplemente los candidatos no logran enganchar, al grado de que se han
tenido que suspender mítines proselitistas por falta de asistentes.
Es ahí donde estas organizaciones civiles que tan buena tajada sacan de
los procesos electorales deberían justificar su existencia, ya que al menos
deberían mandar a sus integrantes a hacer sombra en los mítines.
José Luis Ceja Guerra | Ciénega
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