La política en la Ciénega
Evidentemente la intención es estar en el ojo del
huracán y, en ese afán, hay que soltar la lengua y después cerrar los ojos y
aguantar lo que venga; resulta que en un acto de ‘responsabilidad social’ el secretario
general del Consejo Coordinador Empresarial del Estado de Michoacán (CCEEM),
declaró su apoyo al gobierno estatal y, de paso, declaró la guerra a aquellos
que apoyan a los normalistas.
Lo cierto es que, en uso de su derecho, Javier
Barragán, secretario general del CCEEM, aplaudió a nombre del empresariado
estatal la reacción del gobierno de Michoacán ante el conflicto de los
normalistas; ello estuvo a punto de ocasionar que, en respuesta a sus
declaraciones, los integrantes de la Dirección Colectiva Estatal Democrática de
la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se manifestaran
ante la representación regional de los empresarios.
Lo cierto es que este tema de los normalistas está a
punto de convertirse en una bola de
nieve que, de no controlarse, tendrá que ser resuelto con la técnica de
Alejandro Magno para con el nudo gordiano
(da lo mismo cortar que desatar) sobre todo porque, de nueva cuenta y como con
todo lo que pasa en este estado, la clase política ha salido a pronunciarse sin
preguntarse si a alguien le interesa su postura.
El asunto tendrá que ser resuelto por las partes en
conflicto, la parte institucional, en este caso el gobierno del estado y los
normalistas, o en su defecto por la representación sindical del magisterio; las
opiniones de los partidos políticos además de que no abonan a la solución,
enrarecen y entorpecen la opinión que pudiera formarse el ciudadano.
Pero parece que a la clase política de nuestra entidad
le resulta imposible sustraerse del brillo de los flashes de las cámaras y del
frío y metálico beso de los micrófonos, sin importar si conocen del tema, si
están o no facultados para hacerlo, ellos sólo quieren estar en la jugada.
Con cifras y datos, Ramón Cano Vega, secretario de
Desarrollo Rural de esta entidad, anunció cosechas récord para este año y
enumeró unas pocas regiones afectadas en su productividad de granos a causa de
contingencias climatológicas, sin embargo esto de poco alivio le sirve a los
productores de maíz y sorgo de la Ciénega de Chapala que están previendo
pérdidas de hasta 40 millones de pesos a causa de la sequía registrada en esta
parte del estado que, de acuerdo a datos de la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) es la peor en los
últimos siete años.
Jubiloso, el edil de Jiquilpan, Francisco Álvarez
Cortés, anunció la programación de más de 20 millones de pesos para la
operación de la unidad obstétrica de este municipio en lo que fuera el Hospital
Civil, luego hospital Lázaro Cárdenas, Unidad Regional de Oftalmología y,
asimismo, una serie de nombres harto difícil de recordar sobre todo porque,
salvo en su origen, este espacio nunca operó en forma.
Al júbilo del alcalde se contrapone la preocupación de
un amplio sector de la sociedad ante el temor de que con el anuncio de la
llegada de recursos para su operación el patronato que operaba este hospital
civil intente retomar la rectoría de este espacio que ellos mismos entregaron
en comodato a la Secretaría de Salud cuando se encontraba ya en bancarrota.
Y es que durante el tiempo que el Patronato del
Hospital Civil Lázaro Cárdenas rigió los destinos de este hospital de
beneficencia, el Ayuntamiento en turno condonó los impuestos de la corrida de
toros que realizaba el patronato para soportar los gastos de este hospital.
Sin embargo, al desprenderse de este inmueble, desde
la administración de Cárdenas Batel, la condonación se sigue dando por lo que
este patronato puede vender la corrida al empresario taurino libre de impuestos,
además de proporcionar música, seguridad pública y paramédicos a coste del
erario local.
José Luis Ceja Guerra | Ciénega
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