miércoles, 7 de noviembre de 2012

Primer año


La política en Apatzingán

Prácticamente las actuales autoridades municipales en Michoacán están por cumplir su primer año de gobierno. Un año que en términos reales poco dio.
En este sentido y en el caso concreto del Valle de Apatzingán, poco, muy poco se puede referenciar de las expectativas creadas por las actuales administraciones ante el hartazgo social y el rechazo a los ayuntamientos perredistas.


Se habló de cambio, se habló de que las cosas iban a ser mejores y que, por lo tanto, la ciudadanía sería la mayor beneficiada. Nada de eso ha sucedido aún. El común denominador de los que hoy gobiernan los municipios que integran la zona de la Tierra Caliente Sur-Occidental de Michoacán -que por cierto en su mayoría son emanados del PRI-, poco o nada han podido cumplir.
Así y frente a un año que permitió la justificación producto de la presunta y escandalosa deuda pública heredada por el gobierno encabezado por Leonel Godoy Rangel, los ediles -con sus excepciones- perdieron el tiempo lamentándose y señalando de manera reiterada que no había dinero, pero sin dar claridad al destino de los ingresos propios, las participaciones estatales y federales recibidas hasta el momento.
En fin, han pasados prácticamente diez meses y siete días desde el momento mismo en que asumieron el mandato constitucional otorgado por el núcleo social y en pocos días -del primero al 15 de diciembre- tendrán que acudir por vez primera a informar a sus gobernados del estado que guardan sus respectivas administraciones públicas, lo que resta del mes de noviembre les servirá apenas para elaborar el documento en mención.
De tal forma y no bien recuperados del embriago de su I Informe de Gobierno, deberán despertar a la realidad, pues tendrán encima ya el pago de todos y cada uno de los compromisos laborales de fin de año, una situación grave frente al constante argumento de que no hay dinero y ante la crisis financiera que viven la mayor parte de ayuntamientos.
A partir de esta fecha ya no habrá justificación alguna que pueda amainar la crítica y el desencanto social que seguramente se hará presente al término de su primer año de gobierno. Sí los ediles del Valle de Apatzingán –los emanados del PRI- , piensan que con el arribo de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República su situación financiera está resuelta, hay que decirlo; están totalmente equivocados.
En ese contexto, se debe señalar que los habitantes del Valle de Apatzingán han visto pasar los días sin obtener respuesta a sus demandas y han esperado estoicos que las autoridades municipales que mucho prometieron cumplan.
Su primer año de gobierno se agota y ante esta situación es casi seguro que la luna de miel entre alcaldes y ciudadanos concluya. ¿No lo cree?
El tiro por la culata.- Si Andrés Manuel López Obrador creyó en algún momento que por el solo hecho de retirarse del PRD y disponerse a la conformación de un nuevo partido iba a darle la estocada final al Partido de la Revolución Democrática en Michoacán, se equivocó y de a feo. Las cosas no salieron como esperaba y tendrá que trabajar duro, muy duro para poder posicionar al Morena, al menos así se percibe en el Valle de Apatzingán, en donde el cardenismo tiene su coto.
De última hora.- En los estertores del calderonismo la guerra en contra de los cárteles del narcotráfico y la delincuencia organizada en el Valle de Apatzingán, parece ser que llegarán a su fin. A 23 días de que concluya el gobierno de Felipe Calderón se deja entrever que los poco más de 70 mil muertos que costó su estrategia militar, no tendrán eco alguno. El rumor popular es sabio y en esta zona de la geografía michoacana aún prevalecen las dantescas imágenes de los hechos ocurridos. ¿Usted, qué opina?.
 Antonio Ramos Tafolla/Apatzingán

No hay comentarios:

Publicar un comentario