lunes, 11 de febrero de 2013

Duelo en Pueblo Mágico…


Al parecer el tema de Pueblo Mágico en Jiquilpan llama más al debate, a la comidilla y la confrontación, que a la unidad que se requiere para preservar este nombramiento que algunos grupos ven como una plataforma electoral.
Y es que Teresita del Niño Jesús Munguía de Lamphar Esquer, presidenta por segundo periodo consecutivo de la Asociación Civil Mujeres Unidas por Jiquilpan, insiste en destituir a la presidenta del Comité Municipal Pueblo Mágico, Martha Amezcua Larios y a Martha Bautista Rodríguez, vocal de este comité y presidenta del Patronato Lázaro Cárdenas, bajo el argumento de que el pueblo no tuvo participación en la elección de los integrantes de este comité.

Ya las autoridades locales, estatales y la misma sociedad le explicaron hasta el hartazgo que los integrantes del Comité Pueblo Mágico fueron designados de manera directa por la entonces titular federal de la Secretaría de Turismo (Sectur), Gloria Guevara, bajo su propio criterio y, como era normal, los nombramientos recayeron en los apellidos de abolengo de la sociedad jiquilpense. Quizá fue por eso que la líder de Mujeres Unidas por Jiquilpan quedara fuera de la jugada, porque en este municipio, clasista desde su fundación, una cosa es tener dinero y otra un apellido de peso en la sociedad.
Lo triste es que en este juego es que ya metió doña Teresita al coordinador de los legisladores priistas michoacanos en el Congreso de la Unión, Salvador Romero, a quien señaló de dar cobijo a los grupos que de manera reiterada han repudiado sus intentos de destituir al comité.
De hecho en un “comunicado a los medios” que se entregó de manera selectiva, señaló el intento por parte de personal de confianza de Romero Valencia, de ofrecerle un puesto en el recientemente creado Consejo Coordinador del Comité de Pueblos Mágicos, a cambio de frenar su movimiento social que, asegura, está avalado por mil 300 firmas consignadas ante fedatario público aunque, vistas las notas informativas en varios medios estatales, la fe dada por estos funcionarios no son garantía de verdad absoluta.
De tal suerte que mientras el municipio gestiona reuniones, eventos y otras actividades para consolidar este nombramiento, grupos políticos y sociales buscan a toda costa desacreditar estos trabajos bajo la premisa de que para que algo salga bien y valga la pena deben hacerlo ellos.
Por cierto que los regidores integrantes de la Comisión Revisora del Presupuesto en Jiquilpan o están muy ocupados revisando cuentas y facturas en Tesorería Municipal u optaron por la cultura del menor esfuerzo y van a esperar a que el tesorero municipal les diga si hay dinero o no, lo cierto es que la semana pasada brillaron por su ausencia en las instalaciones de Palacio Municipal.
Lo malo de las sesiones públicas de Cabildo es que los ciudadanos ya se enteraron que esta comisión quedó de dar un dictamen en la próxima reunión del colegiado, por tanto, como dicen en mi pueblo, van a quedar como el cohetero, si truena, malo, y si no truena, también.
Cualquiera que sea el resultado de esta revisión, los regidores tendrán que explicar a la población del porqué de la crisis financiera de la localidad y, sobre todo, por qué a pesar de ésta insisten en el aumento.
Finalmente, por cuestiones de trabajo, no pudimos enterarnos bien a bien de la visita del gobernador Fausto Vallejo a la celebración del aniversario del profesor Jorge Romero Farías, padre del diputado federal Salvador Romero, sin embargo, la presencia del mandatario en el festejo indica una muy buena relación con el legislador jiquilpense.
Tampoco asistimos al informe del diputado local José Eduardo Anaya aunque, para ser honestos a este último evento no recibimos invitación… ¡Maldita sea, cómo se supone que pueda dormir después de esto!
José Luis Ceja Guerra

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