Será un excelente historiador, un académico
reconocido y todo lo demás, pero la relación, al menos mediática entre Alonso
Torres Aburto y Francisco Mora ha ocasionado la caída del académico de la
gracia de los intelectuales jiquilpenses, y es que la parte, digamos,
intelectual del PRD jiquilpense, hace rato que marcó su distancia del ex
alcalde, esta parte del perredismo llegó incluso a sentir a Torres Aburto como
el pilar de la parte pensante de la izquierda local merced a su férrea defensa,
aunque fuera sólo mediática, del actual alcalde de Jiquilpan, Francisco
Álvarez, cuando el Tribunal Electoral del Estado de Michoacán le tumbó la alcaldía de este municipio.
Lo cierto es que la presencia de Torres Aburto en la
contienda interna del PRD ni afecta ni beneficia al proceso pues, a fuerza de
ser honestos, no es al menos en Jiquilpan un referente que pudiera definir una
elección.
A manera de refuerzo ideológico, la incorporación
del historiador será invaluable merced a su bagaje y personalidad pero sería
necesario ser un iluso para pretender que una figura reconocida y respetada en
la élite de la izquierda pueda ser factor en colonias y barrios de Jiquilpan
donde palabras como izquierda, democracia
y participación activa no son sino eso, palabras que sirven para rellenar
papeles y rellenar discursos.
El académico, ex director de la Facultad de Historia
de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, busca ahora un puesto
en el Consejo Político Municipal de Jiquilpan, aspiración válida. Sin embargo,
para su mala fortuna lo hace en el marco de un proceso viciado y pervertido al
menos en este municipio en el que el líder de su grupo ha acusado de manera
clara a Silvano Aureoles de gestionar recursos públicos y distribuirlos a
través de Wendy Parra, su coordinadora distrital, para incidir en el proceso
interno.
Lo curioso es que esas prácticas, recurrentes en
este tipo de elecciones, no fueron denunciadas por Mora Ciprés cuando él era
parte del equipo político de Silvano Aureoles, lo que no deja claro es si
cuando él y Silvano eran equipo, no se hacía esto o si se hacía era válido.
De acuerdo a lo que declaró Mora Ciprés, la consigna
de la gente de Silvano es apoyar la candidatura de Gerardo Olloqui, a la
presidencia del Comité Municipal, sin embargo, para el común de la clientela
perredista, se identifica a Gerardo Olloqui como uno de los subproductos
políticos del ex alcalde de Jiquilpan Francisco Mora Ciprés.
Ya en lo que hace al proceso de renovación de los
mandos de este instituto político, quien gane, deberá garantizar al menos tener
un equipo que permita la conjunción entre ganadores y perdedores o correr el
riesgo de tener un partido prácticamente sin militantes, esto en el entendido
de que las últimas dirigencias locales han dejado de lado las tareas, de igual
importancia, de hacer trabajo político al interior y al exterior del partido;
pese a ser el partido gobernante, la dirigencia del PRD de Jiquilpan se ha
diluido a la sombra de cacicazgos que le han impedido ejercer el rol social que
corresponde a los institutos políticos.
De ahí la importancia de este proceso y de ahí el
descontento popular por los bajos perfiles presentados al encargo, pues de los
tres aspirantes sólo uno ha cumplido con
un rol protagónico en el quehacer político, pero para su mala fortuna el grupo
que representa se ha señalado como el más represivo y radical del perredismo
local, en tantos que los otros dos aspirantes, no tienen trabajo político pero
representan grupos que tampoco han podido representar fielmente a la sociedad.
Viene lo peor…
Y sumado a lo anterior todavía falta que el domingo
próximo los militantes del PRD rueguen por estar enlistados en el padrón de su
partido.
-José Luis Ceja
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