Una de las páginas
migrantes de Huetamo más tristes y
dramáticas ocurrió un día 25 de enero
del año de 1999, y pudo haber quedado archivada como tantos casos más que se
dan con frecuencia en la frontera de México con los Estados Unidos, pero en
este caso las cosas no le salieron bien a un agente de la Policía de Eagle
Pass, Texas, W. Honeycutt Jr; y mucho menos al joven indocumentado originario
de Huetamo, Abecnego Monje Ortiz, quien ese día se aventuró junto con un grupo
de indocumentados a cruzar la frontera por ese punto, pero una abala disparada
por el citado agente lo dejaría paralítico para siempre.
De ese drama ya se
cumplieron 14 años, y la vida siguió su curso mientras que Monje Ortiz se recluía en su tierra natal de Montecillos,
apartada zona rural de Huetamo, pero de su caso tomaría nota la Secretaría de
Relaciones Exteriores quien documentada del suceso logró presentar una demanda
civil promovida a favor del huetamense y para el 30 de noviembre del año 2000
la cancillería mexicana informaba que como un acto de justicia se le había
dictado una sentencia de 15 años de prisión sin libertad incondicional, ni
derecho de fianza al señor Wilburt Honeycutt Jr; dado que el gobierno de México
había contratado los servicios del eficiente abogado consultor del consulado de
San Antonio Texas, Ciem Lyons, quien representó al lisiado migrante tanto en la
demanda civil como en la penal contra el policía agresor, y como cosa de
película, ganaba el caso.
Sobre ese sonado caso vivido por Monje Ortíz, las cosas no paraban ahí, dado
que la misma Secretaría de Relaciones
Exteriores informó que tras la demanda civil ventilada en Estados Unidos
promovida a favor de Abecnego, se había logrado un acuerdo extrajudicial con la
Drug Enforcement Agency (DEA) que permitió indemizar al joven migrante con 1750,000dólares,
y lo que en un principio se pensó
que quedaría en la presentación de una
sola nota diplomática concluyó con un histórico precedente que se ventiló ante
la Corte Federal del Distrito Oeste de
Texas, para de esa forma dictarse un
veredicto que dictó el juez Amado Abascal, quien declaró culpable al policía de
la DEA.
Hoy, en Huetamo, las cosas han
cambiado en beneficio de los miles de migrantes que siguen la ruta del
norte en busca del cada vez más
imposible sueño americano, pero desde hace algunas administraciones
municipales, se decidió colocar una mesa y un funcionario municipal para que se
encargara de atender un modesto despacho de atención a migrantes, y cuya
responsabilidad recayó en el joven Jesús Ponce Avellaneda, quien entregó buenas
cuentas al alcalde en turno Roberto
García Sierra. Su diligente trabajo le
permitió seguir en el cargo con la actual administración de Dalia Santana, de
tal forma que ahora ese despacho se ha convertido en una de los de mayor
actividad, dado que se apoya desde la solicitud de traslado de un cadáver,
apoyar a jóvenes migrantes que por ser menores de edad quedan en manos de algún
DIF fronterizo, apoyos para conseguir un pasaporte, para ayudar a cientos de
niños con doble nacionalidad, pero en diversas ocasiones abandonados a su
suerte en apartadas rancherías.
Ahora,
ya es posible que cada mes se tramiten hasta 100 pasaportes, y que cada
día se les brinde a los migrantes de Huetamo la atención que requieren, dado
que gracias a ellos por muchos años fluyeron las remesas que se materializaron
en diversas formas en todo el municipio, y por desgracia, ahora muchos de ellos
son deportados, expatriados, y frente a ellos , surgen nombres como el de Abecnego Monje y muchos más migrantes de Tierra Caliente que tuvieron que partir en busca de un mejor futuro, aunque muchos de
ellos se quedaron en el camino, en el desierto, en las cárceles, y otros
recluidos en una silla de ruedas para siempre, aunque a Monje no le fue tan mal y hace poco
contrajo nupcias y ahora conforma una familia.
Ángel Ramírez Ortuño | La política en Huetamo
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