La designación del nuevo secretario del Ayuntamiento
tomó un giro interesante. Luego de una pasarela de nombres, por la que
desfilaron casi todos los integrantes de la administración, el ungido fue una
persona con experiencia pero que milita en un partido político diferente al del
presidente Juan Carlos Campos Ponce.
Su nombre no aparecía al principio, y aunque se le
valora por el trabajo que ha desarrollado con Campos Ponce, se veía como un
obstáculo insalvable para ocupar el cargo ese “detallito”: no ser priista. Se
trata de Sergio Rafael Estrada Contreras, quien se desempeñó como subdirector
de Planeación antes de dar el salto.
A pesar de esta diferencia partidista (el nuevo
secretario milita en el PAN), tenía el mejor perfil que los demás candidatos:
Estrada tiene una amplia experiencia en el terreno político y en el servicio
público.
Como subdirector de Planeación, demostró capacidad y
conocimiento de leyes, normas, procesos administrativos y elaboración de
proyectos; en ese sentido, su trabajo habló por él.
El nuevo secretario ha sido regidor, director de Obras
Públicas, subdirector de Desarrollo Social, constructor independiente,
proyectista, asesor de la Tesorería, auditor y encargado de procesos en
empresas privadas. Como político, ha sido candidato a puestos de elección
popular e integrante del Comité Municipal de su partido.
Esto último lo llevó a recorrer el municipio y tener
contacto con diversos líderes naturales. A pesar de tener la etiqueta de
panista, tiene trato y amistad con militantes de todos los partidos.
Pareciera ser que estas características han hecho lo
impensable: que el alcalde contemple a una persona ajena a su partido para que
opere el manejo político de su administración.
Los integrantes del Cabildo valoraron esta
trayectoria y no tuvieron objeción en apoyarlo. Curiosamente, Estrada Contreras
tuvo más apoyo de los regidores del PRI que de los de su propio partido,
quienes si bien votaron por él, se mantuvieron al margen en el proceso para su
designación.
Entonces, el nuevo secretario llega en condiciones
ideales, pues tiene la aceptación del Cabildo, buenos antecedentes y
experiencia. Ahora le corresponde a él traducir todo esto en buenos resultados,
en un municipio donde los conflictos y los problemas son cosa de todos los días.
Cambios en Difusión Cultural
De verdad fue sorpresivo para muchos de nosotros el
nombramiento de Gabriel Camporredondo Gibert como director de Difusión Cultural
del municipio. Especialmente cuando se trata de una persona a quien, de
entrada, difícilmente se le relacionaría mentalmente con esta área.
No es que menospreciemos al nuevo funcionario y
pongamos en duda su cultura, que la tiene, ya que es una persona preparada y
descendiente de una de las familias que antiguamente eran de las más ricas de
Zitácuaro. Pero su mismo perfil siempre había estado enfocado al área
administrativa. Ocupó cargos en el gobierno estatal, con los anteriores
gobiernos priistas (de hecho, como el alcalde Juan Carlos Campos, es allegado
del ex mandatario Víctor Tinoco).
Estuvo en Almacenes,
Servicios y Transportes Extraordinarios a Comunidades Agropecuarias (ASTECA),
una empresa paraestatal encargada de dar servicio y transporte a las
comunidades agropecuarias, como señala su propio nombre, mismo que nos dice
poco de su verdadera función. En el pasado, esa institución estuvo involucrada
en escándalos de supuestos desfalcos millonarios.
Camporredondo, a pesar de ser funcionario, de
entrada, en el trato, no tiene un perfil de servidor público; sin embargo, es
la persona en la que el alcalde confió, luego de que dejó fuera de Promoción
Cultural a sus dos anteriores directores.
La política en Zitácuaro | Ricardo Rojas
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