Dado que se ofrecía comida y
hospedaje para la estancia de dos días en la tierra natal del extinto maestro del
periodismo mexicano, don Manuel Buendía, con el dolor de la tragedia ribereña a
cuestas marchó el gremio rumbo a Tiquicheo, Tuzantla y la guayabera región de Benito
Juárez, hasta arribar a la zona de la Presa del Bosque y constatar que ahora sí
se encontraba con buen nivel, para tranquilidad de más de 20 millones de
sedientos habitantes de la Ciudad de México y del Estado de México que
succionan, a través del Sistema Cutzamala, los grandes caudales acuáticos que
bajan de las sierras vecinas michoacanas y mexiquenses, las que cada vez parecen
ya no ser capaces de abastecer ese enorme conglomerado humano.
En Zitácuaro, la grata presencia
de Resillas, René Serrano y su esposa Claudia, brindaba una cordial bienvenida
a colegas de Ciudad Hidalgo, Tuxpan y otras demarcaciones; de esa forma, la delegación
de Huetamo se unió a la encerrona que permitió una cauda de conocimientos sobre
la siempre riesgosa, altamente riesgosa profesión de periodista, de la que,
para enorme sorpresa de los aturdidos comunicadores, se escuchó decir de boca del
prestigiado periodista mexicano, Andrés Solís Álvarez, que en realidad, el
enemigo público número uno de los comunicadores eran los funcionarios públicos,
algo que trastocó las conciencias de la concurrencia, siempre creídos de que era
de otro sector del que debían cuidarse. Por desgracia, eso ya no lo alcanzó a
escuchar Armando Palomino, representante del gobierno del estado en ese
histórico evento que, sin lugar a dudas, logró dejar huella.
Solís Álvarez, tal como se
constató, no era ningún advenedizo dentro del taller brindado, dado que en su
currículum aparece que es autor del Manual
de formación en periodismo digital, de la Universidad de Guadalajara, y
autor del Manual de autoprotección para periodistas,
con el antecedente de que ha impartido el Taller “Cobertura segura y
autoprotección a periodistas” en más de 30 ocasiones a colegas de municipios y
capitales de la República Mexicana.
Por si fuera poco, remachaba el
segundo día de taller la grata presencia del periodista Rogelio Hernández
López, dueño también de envidiable trayectoria en medios como Excélsior, El Universal, Milenio,
director de la Revista del consumidor,
Grupo ACIR, Canal 40, y se destaca como
cofundador de La Casa de los Derechos de Periodistas. La mejor recomendación
brindada a la concurrencia por el periodista fue que, para trascender, se debe realizar
un buen periodismo. Rogelio llegó a Zitácuaro a las carreras, dado que esta
semana debería estar en Sinaloa en otro compromiso de naturaleza periodística;
sin embargo, se mostraba satisfecho de los logros alcanzados en el primer
taller realizado en Zamora, el que se realizaba en Morelia y los que vendrán en
Uruapan y Lázaro Cárdenas, donde esperan encontrar y concentrar propuestas
enfocadas a un periodismo más profesional y con mayores garantías para presentar
propuestas al Congreso y al gobierno del estado.
Por si fuera poco, el respetado
jurisconsulto mexicano, Édgar Omar Viniegra, instruía a los talleristas sobre
la situación jurídica en que se meten si no conocen las leyes, lo que resultó
gratificante y novedoso para partir enseguida a la Tierra Caliente y dejar
atrás a la tierra de quien el próximo año cumplirá tres décadas de haber sido
sacrificado en la Ciudad de México.
Potsdata: Saludos especiales a
nuestro empedernido lector Ignacio Ocampo Barrueta, quien se desencaminó por
los andurriales del Balsas con los legisladores Fidel Calderón Torreblanca y
Elías Ibarra, por lo que allá, en San Pedrito, al conocer a este corresponsal
en Huetamo, con sencillez expresó el también músico ser lector de las notas que
aparecen de lunes a sábado en la sección “Municipios”.
Ángel Ramírez Ortuño
No hay comentarios:
Publicar un comentario