A punto de concluir el ríspido 2014,
desde Huetamo se agradece a los lectores de Cambio
de Michoacán su preferencia por la lectura de esta columna política, la que
siguió a lo largo de doce meses el compromiso de informar a la comunidad
michoacana sobre diversos tópicos dentro del vapuleado terreno político, entre
entradas y salidas del gobernador constitucional Fausto Vallejo Figueroa,
problemas diversos en la Secretaría de Gobierno con la detención de nuestro
paisano Jesús Reyna García, algún relevo en ese cargo de varios actores del tricolor, sin olvidar la presencia del
también huetamense y subsecretario de Gobierno, Fernando Cano Ochoa;
el arribo
de Jaime Mares Camarena y la designación final en ese cargo del diputado
Oseguera, mientras que en fila india se mantenían los diputados federales y
locales con raíces en este suelo pirinda, como el propio Silvano Aureoles Conejo,
su carnal Antonio García Conejo y también nuestro diputado local, Elías Ibarra
Torres, y sus paisanos del Congreso, Salvador Galván Infante y Sarbelio Molina
Vélez.
Año complicado en todas las
vertientes, en especial la desventurada y precaria situación financiera que
hizo temblar a los 113 municipios de Michoacán, pero referente a Huetamo, desde
el arranque del año, las cosas se ponían color de hormiga y para calmar los desatados
infiernitos tierracalenteños de Apatzingán y Huetamo, en la tierra de Fany Cano y Amalia Mendoza se instalaban
desde enero cerca de 200 elementos de la Policía Federal, mismos que en el ya entrado
diciembre siguen tan campantes como encargados de la seguridad de Huetamo,
desde el control de la Comandancia, Delegación de Tránsito y Policía Municipal,
pero con el apoyo de cuerpos de autodefensa no invitados, que desde marzo se cuadraron
con ellos y se mantienen fijos en las entradas y salidas de la ciudad, con el
suave desliz de un navideño alzamiento de lo que también se conoce como
guardias rurales y que son en este momento una molesta jaqueca del comisionado Castillo
quien, la verdad sea dicha, ya no siente lo duro, sino lo tupido, pero quién se
lo manda dejar la tranquilidad chilanga de la Profeco por andar entre los
cocolazos del imperio purépecha.
En el campo local. Dado que el
actual alcalde Juan Carlos Mederos Sánchez tomó las riendas del poder municipal
de Huetamo el 14 de agosto y meses después fue ratificado en el cargo, eso le
permitirá el PRI-vilegio de gobernar hasta agosto de 2015, un año redondito, y
sobre la marcha se ha convertido en un novicio político conciliador con su
gente del tricolor, y muy en especial
con gente del PRD, como Elías Ibarra Torres y Antonio García Conejo, y con
trato preferencial con el hombre que se sienta a la derecha del señor, Silvano
Aureoles Conejo, al grado tal de que no extrañaría que éste intercediera ante su
hermano José Luis García Conejo para que le despeje el camino del conflictivo
tema de la demolición de la plaza de toros, piedrita en el zapato que necesita quitarse
Mederos para dar paso a la construcción de un nuevo hospital, y con la misma ansiedad
compartida con el resto de las autoridades estatales se esperaba con
impaciencia la posible aparición del humo blanco que permitiera dar el
banderazo de arranque de la obra de la Presa de Chihuero, la que entraría en su
cuarta década de monótona espera de su construcción.
Posdata: Por este medio saludamos
y agradecemos la presencia y amistad en Huetamo del periodista norteamericano Jason
McGahan, quien acudió a esta ciudad a cubrir la Expo Feria del Huarache 2014.
Ángel Ramírez Ortuño
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