Compartíamos
el pan, la sal y el tlapehue con el equipo de futbol del barrio cuando, ya
entrados en gastos y gustos, uno de los jóvenes deportistas se levanta y dice
“yo soy un futbolista profesional”, “estarías entonces jugando en Primera,
respondió otro”, y sin poder evitarlo pensé en el amateurismo de la política
local.
Y lo cierto es
que en este mundo extraño en el que hemos llegado a creer que nuestros
gobernantes y representantes son producto de la democracia pura olvidamos que
en realidad son producto de un engendro denominado democracia representativa,
en la que elegimos sobre nuestros representantes y gobernantes pero no en los
asuntos relevantes de nuestras comunidades, por lo que estas decisiones están
fuera del alcance de lo que los políticos llaman paternalistamente “el pueblo”.
Y ya entrados
en el tema que nos ocupa parece que el PRI definió en Juan Manuel Figueroa Ceja
a su candidato a la diputación local por el Distrito IV, con lo que se
comprueba una vez más que sandeces como equidad de género, equidad de edades y
relevo generacional no son sino palabrería barata, muy barata, de los
dirigentes estatales y nacionales, pues se había repetido hasta el cansancio
que esta candidatura en particular estaba reservada para una mujer, e incluso
danzaban ya nombres como el de Patricia Cornejo.
Juan Manuel no
es un aficionado de la política, al contrario, es un lobo viejo y sabio en
estos menesteres pese a que en estos momentos no podrá contar con la totalidad
del equipo que lo llevó a ganar dos veces la Presidencia del municipio de
Jiquilpan y es que dicen las malas lenguas que al no encontrar acomodo en el
equipo del doctor Clemente Covarrubias, los integrantes del equipo de Juan
Manuel buscaron horizontes más verdes en la campiña cienegueña.
Donde no
sienten lo duro sino lo tupido es en el PRD, donde cada semana cambian de
nombre al candidato a la alcaldía de Jiquilpan, y ahora resulta que podría ser
Pavel García Morales, actual presidente del PRD local, el que asuma la
candidatura, esto pese a que la encuesta realizada por el CEN perredista arrojó
a Luis Bautista como el más viable candidato. Por ahí pudiera abrirse una
fisura que pudiera aprovechar el Partido Acción Nacional siempre y cuando logre
primero arreglar sus asuntos internos entre la familia Naranjo y un grupo de
panistas que parece ser intentan poner trabas en el camino, y todo apunta a que
es Eliseo Yeo, quien se asumía como director de Prensa del Comité local, el que
encabeza, por consigna de un tercero, los ataques a presidente del Comité y a
su familia.
Todos los
actos que se realizan con interés se cobran y se pagan, y posiblemente en este
proceso electoral los candidatos podrán estar seguros de cualquier cosa a
excepción de tener la certeza de para qué equipo juega su gente, y al final de
la jornada, si el tiempo, la confianza y el dinero invertido en las campañas
realmente valieron la pena.
Por cierto que
habrá que solicitar a las instancias electorales que hagan llegar a los
candidatos a las alcaldías cuál es el tope de campaña ya que, por ejemplo, dicen,
para Jiquilpan y Sahuayo el tope es de 300 mil y 200 mil en Venustiano Carranza,
pero en ese municipio resulta que el candidato perredista ha pedido a cada uno
de sus candidatos a regidores aporte al menos entre 35 y 50 mil pesos para los
gastos de campaña.
La traducción
es que con 35 mil pesos usted puede incursionar en el fantástico mundo de la
política local y acceder, si es que gana su partido, a viajes a Estados Unidos
todo pagado, bailes de coronación, cenas de gala, desfiles, inauguraciones,
estar en primera fila cuando lo visite el gobernador y otros beneficios entre
los que se incluyen presentarse cada quince días a sesionar y cobrar sin
mayores obligaciones.
Decía mi
abuelo, arriero de Tierra Caliente: “Hubiéramos dejado a Maximiliano”.
José Luis Ceja Guerra
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