Mientras que con el amanecer del día lunes 18
de mayo un grupo de huetamenses se preparaba en Morelia a ser testigos de la
condecoración del profesor Leodegario López Ramírez, quien con el Festival
Internacional de Música Manuel Bernal Jiménez había ganado la codiciada Presea Generalísimo
Morelos, otro tanto sucedía en Huetamo, pero acá en medio de un despertar
incierto y preocupante, desde el momento en que la ciudad amanecía tapizada de
cientos de panfletos donde de forma anónima se atacaba a la persona, a la familia
y a la campaña del pediatra Elías Ibarra Torres, candidato a la Presidencia Municipal
por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Lunes de contrastes y de claroscuros en Huetamo
dado que mientras para los huetamenses que se encontraban ya concentrados en el
Teatro Morelos, allá en la capital del estado, y listos para atestiguar la condecoración
que entregó el Ayuntamiento de Morelia con el presidente Abud Mirabent a
Leodegario López Ramírez, con la presencia de los poderes Ejecutivo, Legislativo
y Judicial, sin faltar la presencia de la UMSNH, del Ejército Mexicano y de una
legión de amigos y familiares de los homenajeados, donde saludamos a paisanos huetamenses
como Sergio García Torres, Sergio Benítez Rojas, Marco Antonio Villa García,
pero donde brilló la notable ausencia del alcalde de Huetamo, Juan Carlos Mederos
Sánchez; sin embargo, arribó en representación municipal el síndico Getsemaní
Viveros Pineda, y ahí estuvieron también el hiperactivo director de la Casa de
la Cultura, Luis Enrique Echenique García, y la directora de Comunicación
Social, Tanía Jaimes Montúfar, y donde no faltó la presencia de nuestro
director general, Vicente Godínez Zapién, quien acudió a felicitar a su
entrañable amigo López Ramírez, oficial mayor de gobierno de Michoacán entre
1962 y 1968.
En contraparte, mientras subía el caliente sol
de san lunes, era evidente que en Huetamo había iniciado una impensada “guerra
sucia” donde mentes brillantes de la oposición planearon descalificar al máximo
la figura de Elías Ibarra, le sacaban los trapitos al sol a un hermano incómodo
y lo más grave, daban un plazo de 24 horas para retirar la propaganda
perredista del diputado local con licencia, todo ello bajo una sospechosa firma
de La Gente, que dejó perpleja a la
población; sin embargo, el médico militar pediatra logró capotear el temporal y
amainar las agitadas aguas que dejó la inundación panfletaria y lanzaba una
pronta respuesta en la que anunciaba en redes sociales seguir sin contratiempos
su campaña, mientras era arropado por una multitud que lo acompañó a un costado
de la plaza de toros, misma que lucía en un costado una publicidad del
candidato del PRI a la Presidencia , Juan José Huerta Romero, lo que de
inmediato fue criticado por Juan Luis García Conejo, uno de los defensores de
ese famoso inmueble condenado a la piqueta por la administración de la
presidenta Dalia Santana Pineda.
Con las aguas de la primera tormenta del año
desatada en Huetamo esta semana, también la mañana del martes 20 de mayo de
nueva cuenta crecía la “guerra sucia”, ahora en la figura del candidato de
Morena a la alcaldía en la persona del profesor Jorge Granados García, quien
informó en entrevista que una serie de llamadas telefónicas interrogaban a su
familia si el candidato de Morena estaba muerto, cuestión que encendió los focos
rojos de la intranquilidad en el seno familiar de Granados, y señaló que por la
noche una par de camionetas lo habían buscado en su domicilio sin encontrarlo,
lo que preocupó más, y detalles que llegaron de inmediato a la dirigencia estatal
de ese partido y llevara a María de la Luz Núñez a anunciar la renuncia del
candidato en Huetamo, pero regresó la calma a Morena y Granados continúa en
campaña.
Ángel Ramírez Ortuño
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