No cabe duda
que cuando se trata de defender lo propio, de poco sirven las ideologías, como
quedó de manifiesto el pasado sábado, cuando se dio una agria discusión entre
los propios perredistas durante la visita de Silvano Aureoles Conejo.
La visita
realizada obedeció a dos motivos fundamentales: uno que es oficial y otro que
es un secreto a voces. El oficial fue el de arrancar la campaña nacional de
recolección de firmas para forzar a una consulta en todo el país sobre el tema
de la reforma energética; el otro, el que los mismos simpatizantes de Silvano
susurraban, era prácticamente el inicio de la pre, pre, pre campaña de Aureoles
Conejo para ocupar el Solio de Ocampo.
Lo cierto es
que si bien había muchos simpatizantes del político michoacano en este evento, también
se dieron cita aquellos que, en el uso de su derecho a la libre expresión, se
manifestaron contra la visita del coordinador de la bancada perredista en el
Congreso de la Unión, como fue el caso de los integrantes de la Dirección
Colectiva Estatal Democrática de la Sección XVIII de la CNTE, quienes, como
diría mi abuela, le cantaron su precio al legislador, lo que estuvo a punto de
generar un enfrentamiento entre los mentores y el titular de la secretaría de Finanzas
del PRD michoacano.
La cosa no
pasó a mayores no porque hubiera cabido la prudencia entre las partes, sino
porque, a final de cuentas, pareciera que a los grupos antagonistas se les
enfrió el caldo.
Al evento
asistieron también integrantes del malogrado nuevo sindicato de trabajadores
del municipio de Jiquilpan, quienes si bien no hicieron nada fuera de lo común,
sí le metieron un calambre a varios funcionarios municipales que acudieron a
vitorear a Silvano Aureoles, funcionarios que, por cierto, le tundieron con
todo al legislador en las redes sociales cuando se dio a conocer el sentido de
su voto en el tema de la aprobación de las leyes secundarias a la Reforma
Educativa.
Y ya
envalentonados y al calor del sol y de la gente, tanto el presidente del Comité
Municipal del PRD, Gerardo Olloqui, y Wendy Parra, representante de Silvano
Aureoles en este Distrito Electoral, no dudaron en exigir explicaciones y
llamar traidor al legislador federal priista por el Distrito de Jiquilpan,
Salvador Romero Valencia, por la propuesta en torno a la reforma energética.
Curiosamente, minutos antes lo mismo había expresado la DCED de Silvano en
cuanto al tema de la Reforma Educativa.
Ahora
resulta que contrario a lo declarado días atrás, el oficial mayor de Jiquilpan
corrige la plana y sale a decir que el cese del titular del área de Aseo
Público de este municipio no fue producto ni de la presión ni de la negociación
por parte de los integrantes del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Municipio
de Jiquilpan, sino que lo despidieron por faltarle al respeto a su superior y
negarse a realizar los trabajos que le encomendaban… la reflexión sería que en
declaraciones opuestas, el oficial mayor José Luis Román no podía tener la
verdad en las dos ocasiones.
Me inclino a
pensar que la verdad es que el titular de Aseo Público le faltó al respeto al oficial
mayor, pues si hubiera sido despedido por la presión de los sindicalistas, a
esta hora estarían fuera también de la nómina local el tesorero municipal y la
titular de OOAPAS, cuyas cabezas también pedían.
“Vete a tu
convento, hermano Francisco, sigue tu camino y tu santidad” (Los motivos del lobo, Rubén Darío).
Mientras los
comuneros de Totolán amagan con armar un baile con el tema de las perforaciones
de agua potable, mientras la Dirección de Vialidad usa patrullas para
transportar músicos para recibir a Silvano, mientras el Sindicato de
Trabajadores al Servicio del Municipio sigue con broncas, mientras el municipio
ha reprogramado los pagos a proveedores argumentando una exagerada deuda, el
alcalde de Jiquilpan, mi “hermano Francisco”, vive su santidad en un viaje a
Estados Unidos.
La política en la Ciénega | José Luis Ceja Guerra
No hay comentarios:
Publicar un comentario