Cierto, el incremento de impuestos, sean del tipo que sean, resulta
impopular y regularmente en un golpe político para los partidos cuyos
legisladores los aprueban y dependerá de cómo se vean reflejados en el
ejercicio estos recursos para valorar la capacidad de cada uno de los diputados
que los aprobaron.
Entre las justificaciones dadas por algunos de los integrantes de esta Legislatura,
se encuentran la de que este incremento permitirá destinar mayores recursos al
campo, a las mujeres jefas de familia con proyectos productivos y mejora en la
infraestructura agrícola estatal.
Aquí el problema, al menos para los que aprobaron, será el de comprobar
lo más rápido posible que tenían razón en sus argumentos o exponerse al rechazo
popular, aunque esto del rechazo no es sino mera retórica, pues no es creíble
que los habitantes pretendan organizar protestas en las casas de enlace
legislativo de cada representante popular.
Sin embargo, llama poderosamente la atención que si la idea era recaudar
dinero ante la precaria situación económica de la entidad, a los legisladores
se les olvidara la enorme lonja de recursos que dejó aprobada la anterior
Cámara de Diputados en el tema del cobro al Impuesto Predial a tierras ejidales
y comunales donde existe una verdadera mina de oro, a pesar de los sollozantes
reclamos de los líderes de organizaciones campesinas.
La realidad en el campo es totalmente diferente a lo que los propios
campesinos pretenden hacer que creamos, a diferencia de otros sectores
productivos como el obrero, o los asalariados, los campesinos cuentan con una
gama de apoyos que van desde recursos directos como apoyos económicos por
programas como Procampo, apoyos a proyectos de producción, semilla y
fertilizantes subsidiados y en ese tenor justo sería que se pagara el impuesto
por la tenencia de estas tierras que, además, en regiones como la Ciénega
tienden a retornar al esquema de gran terrateniente.
Es posible que, como ya lo dijo uno de los legisladores, la aplicación
de este impuesto no es ni prioridad ni tema para la actual Legislatura, la
pregunta es ¿por qué no? Posiblemente se deba a que esta recaudación sería, de
acuerdo a lo aprobado hace un año, realizada por los municipios a través de sus
oficinas de Tesorería e Impuesto Predial y la aplicación de esta recaudación
sería en el ámbito local.
Evidentemente lo que más llama la atención de los contribuyentes es el
tema de las nuevas placas, pero a fuerza de ser honesto, este incremento no afecta
a la mayoría de los ciudadanos, sino sólo a aquellos que tienen automóvil, de
lo que deberán estar pendientes los legisladores es de que esto no se convierta
en un pretexto para una escalada de aumentos en servicios como transporte
público ya que en esta región los transportistas han anunciado un incremento en
las tarifas.
Será el tiempo el que dirá hasta dónde tenían razón los diputados que
levantaron la mano en señal de aprobación, aunque, en lo personal, me queda
claro que el reemplacamiento es una cortina de humo para evitar que veamos
otras cosas que se aprobaron en el paquete fiscal de este año.
Caras nuevas
Como era lógico empezaron los relevos en los puestos de confianza del
gobierno del estado en las regiones y en Jiquilpan el incondicional de la
familia Villaseñor, Gerardo Acevedo Ravelo, fue relevado ya de su encargo como
Oficial de Registro Civil y en su lugar llegó la esposa de Gerardo Olloqui, ex
presidente del Comité Municipal del PRD y a quien se le identificaba como uno
de los brazos fuertes de la ex líder de la organización Hoy Cumplí mi Sueño,
actualmente presa en el penal de alto impacto en Morelia, Wendy Parra, aunque,
dicen, de última hora Olloqui Estrada, quien tiene la cartera de Alianzas en el
Consejo Estatal del PRD, se desmarcó de Macías Parra y alcanzó a quedarse
dentro de la jugada.
José Luis Ceja Guerra | Ciénega
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