La política en la Ciénega
Pocas veces como en esta ocasión, los medios de comunicación han sido
factor tan relevante en la campaña electoral, aunque no siempre a favor del
aspirante al que se menciona de manera reiterada.
Y es que, al menos en la Ciénega de Chapala, el electorado sabe
distinguir bien a bien quién es quién en materia de análisis político y de
comunicación, aunque los políticos han visto más económico y menos complicado
“apoyar” a aquellos magos de las redes sociales, quienes a base de saturar los
correos electrónicos de propios y extraños pretenden ser factor al momento de que
el electorado decida su voto.
En ese plano imaginario de las redes sociales, hay aquellos candidatos
que al más puro estilo del antiguo AMLO dicen, “sonríe, ya ganamos”, sin más
base que los números que arrojan las encuestas de Facebook o Twitter, planteadas
por estos genios de la informática.
Sin embargo, a ras de tierra, de cara al electorado, es poco lo que se
le ha visto a los cinco aspirantes a la Cámara Baja por este distrito
electoral, al grado de que con verdaderas posibilidades sólo hay tres y de
éstos, uno al menos está, digamos, “nadando de a muertito”.
Salvador Romero, aspirante por el PRI, es quizá el que ha sabido caminar
con mayor éxito las tres vertientes de comunicación con el electorado, pues la
estrategia de posicionamiento es sumar los recorridos cara a cara con el
electorado, una exposición moderada en medios impresos y electrónicos, y una
gran cantidad de menciones en las redes sociales.
Mientras tanto, Sinaí Álvarez, de la coalición “Movimiento progresista”
(PRD, PT y MC), ha caminado también de cara al ciudadano y a través de las
redes sociales, pero su exposición en medios escritos y electrónicos es
esporádica, mientras que los encargados de la campaña panista parece que
apuestan el todo por el todo al día previo de la elección para asegurar la
continuidad de Acción Nacional como dueño de la curul jiquilpense.
Quizá, más allá de posicionamiento mediático, uno de los factores que
será decisivo a la hora de la votación será el recuento de cuál de los tres
aspirantes con posibilidades reales es el que perdió menos con su designación.
En ese sentido, mientras que la candidatura de unidad aplicada a los priístas
con enormes dudas, sobre todo en el municipio de Sahuayo donde no hay nada que
asegure la total adhesión de los grupos existentes a la campaña de Romero
Valencia, en el PRD la encuesta que dio como candidato a Sinaí Álvarez dejó una
fisura enorme en este partido, pues para nadie es un secreto que ni Serafín
Ríos, virrey de La Cantera y Tarecuato, ni Francisco Mora, barón de la Ciénega,
apoyarán al bisoño aspirante y es que al igual que a la mayoría de los
militantes perredistas nunca se les avisó ni cuándo ni cómo se llevó a cabo la
encuesta de marras.
Quizá la que menos perdió en ese sentido fue la candidata del PAN, ya
que los daños colaterales de su designación como candidata por Acción Nacional
se remitieron a la salida de este instituto político del ex legislador federal
Felipe Díaz Garibay, quien se sumó al equipo del priísta Salvador Romero en el
área de diseño de imagen.
A estas alturas los tres aspirantes deben tener ya a la mano las listas
con los nombres de cada uno de los operadores y el estimado de votos que
esperan conseguir en cada uno de los municipios, y al menos en Jiquilpan, cuna
de dos de los cinco aspirantes, todo indica que Acción Nacional se quedará por
debajo de la línea de los tres mil votos, y todo hace pensar que al menos en
este municipio la diferencia del PRI sobre el PRD deberá ser de al menos cinco
mil votos para tener oportunidad de equilibrar el resultado en el resto del
distrito.
José Luis Ceja Guerra | Ciénega
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